En nuestro caso, a cuenta de mayor cantidad, podemos poner ejemplos bien claros de cómo el relato va confundiendo las cosas. Por ejemplo, es habitual referirse al presidente Mujica diciendo que fue "un preso de la dictadura". La verdad es que él, como sus correligionarios del movimiento tupamaro, fueron procesados y bien procesados en el período democrático por los jueces de la democracia. Cuando en junio de 1973 sobrevino la dictadura, ellos estaban presos y efectivamente fueron sometidos a severos abusos, pero los hechos -como se ve- son bien distintos.En el mismo terreno suele decirse que el movimiento tupamaro "resistió a la dictadura" y esto es objetivamente falso. No disparó un tiro contra la dictadura. Toda su acción, a lo largo de diez años, fue para derribar la democracia "burguesa" en nombre de una revolución de inspiración cubana. Cuando sobrevino la dictadura, ya estaba derrotado y toda su dirigencia en prisión. Lo que -desde la otra visión extrema- prueba la falsedad del argumento militar de que se dio el golpe de Estado para salvar el país de la "amenaza marxista", que ya estaba totalmente conjurada. Lo que ocurrió es que la victoria militar fue muy rápida y aplastante (sólo seis meses, después de tantos años de acoso guerrillero) y produjo en las fuerzas armadas la peligrosa embriaguez del triunfo.
Copiado de El "relato" a la uruguaya, de Julio María Sanguinetti.
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