Ahora dicen que los piquetes no les gustan

Para una más clara comprensión de la propuesta, y para desmentir a los cipayos que andan diciendo que esto es parte de una supuesta desopilante estrategia oficial del “frenamos y reculamos porque si no chocamos”, se publica a continuación parte del borrador de dicha ley.

Artículo 1.
A partir del día de la fecha se declara que todos los cortes y piquetes que antes nos parecían geniales ahora nos parecen una mierda.

(...)

Artículo 8.

Atento a que este proyecto no está pensado para eventuales reclamos sociales ante las nuevas políticas económicas, ni mucho menos como un intento electoralista por recuperar los votos perdidos de los sectores medios, debe entenderse que está perfectamente en línea con el modelo nacional y popular.

Sin embargo, una vez promulgada la ley, deberán introducirse algunas pequeñas modificaciones al llamado relato oficial. Ejemplo: Donde decía “Los piquetes son un dramático emergente de la crisis socioeconómica de los 90 y no debemos criminalizar la protesta” ahora debe leerse: “No puede ser que cuatro negritos de morondanga te corten una calle mientras la Policía mira para otro lado”. Asimismo, la parte del relato donde se define a los piqueteros como “víctimas del neoliberalismo” será reemplazada por la frase “son todos unos vagos que no laburan porque no quieren”.

Consideración final: Este gobierno declara que de ninguna manera se puede decir que el proyecto nacional y popular haya entrado en profundas contradicciones ya que en realidad, nunca ha salido de ellas. Ni lo haremos. No vamos a dejar nuestras convicciones en la puerta de salida de la Casa de las Contradicciones.

Copiado de Ahora dicen que los piquetes no les gustan, de Alejandro Borenzstein.