"Arrieta, el ex presidente de Ledesma, era muy antiperonista y yo tuve que arreglar muchas cosas con Perón. Un día me invitó a comer a Olivos y me dijo: "A pesar de no ser peronista, usted supo generar una buena relación conmigo y, en signo de agradecimiento, le quiero dejar un recuerdo". Era un bastón de mando. "Pero mejor déselo a un peronista", le comenté. Perón me contestó: "Nunca, Blaquier, porque un peronista nunca le entrega el poder a otro peronista, salvo que sea a la peronista de su mujer".
Carlos Pedro Blaquier
Visto en En este país, a todo el que tiene guita lo ataca la zurda.
1 comentario:
En esa frase está condensada toda la pus peronista.
Saludos.
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