...el kirchnerismo no tiene autoridad para ser oposición porque todo lo que cuestionan, ellos lo hicieron aún peor. Desde el déficit hasta la inflación, pasando por las tarifas, los servicios, la Justicia, los medios, el abuso de poder, el manejo de los fondos, la publicidad oficial, etc. etc.
(...)
Veámoslo más claramente. Por ejemplo, no me gusta que Caputo, el amigo del Presidente, haya ganado una licitación para desarrollo energético. Yo sé que el tipo tiene derecho, que habrá ganado en buena ley, etc. etc. Pero en mi barrio no nos gusta. Ya hablamos de este asunto. Los amigos del presidente son para jugar al paddle, comer asado, darle contención, cuidarle la rodillita, lo que quieran. Pero licitaciones no. O si, pero en Finlandia o en Malasia. Hay muchas cosas lindas para licitar en Kuala Lumpur como para andar rompiendo las pelotas por acá.
El problema es que cuando querés jugar de opositor, se te aparece el kirchnerismo y te dice que esa bocha es de ellos.
¿Cómo hace el kirchnerismo para cuestionar una simple licitación de energía entre el Estado y un amigo del presidente, si entre ellos mismos se la pasaron comprando, vendiendo, alquilando y concesionando todo el país durante 12 años? Imposible.
¿Con qué autoridad pueden criticar alguna medida de Carolina Stanley si en ese mismo despacho la tuvieron sentada durante doce años a Alicia Kirchner?
¿Qué le vas a cuestionar al secretario de Comercio Miguel Braun, si en ese mismo escritorio estuvieron Moreno y su pistola durante una década? Al lado de Moreno, Braun es Angela Merkel.
No sirvieron para ser gobierno; menos aún para ser oposición.
Yo sé que no va a ser fácil bajarlos de la ruta. Van a patalear hasta el último minuto. Habrá que tener paciencia. Como decía el gran Pepe Biondi: “Pata púfete Medina… qué suerte para la desgracia”.
Copiado de El kirchnerismo del hortelano, de Alejandro Borensztein.
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