"En diciembre pasado se juntó la ex presidenta argentina con Dilma Rousseff, y ambas despotricaron contra esa enfermedad que es la libertad. Naturalmente, la ex presidenta brasileña aseguró que su destitución sólo fue obra de “los grandes medios, los sectores conservadores y los segmentos empresariales”, cuyo objetivo es, agárrese usted: “destruir a los líderes que enfrentan la corrupción”. Ni la señora Rousseff ni la señora de Kirchner reconocieron ninguna responsabilidad en la corrupción, que, como es sabido, ostentó en sus gobiernos respectivos una salud de hierro."
Del artículo La salud según Cristina Kirchner, de Rodriguez Braun.
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