Los mercados suelen otorgarles a los nuevos gobiernos un halo que se desvanece cuando no se pueden cumplir las promesas. Los inversores en la Argentina están demasiado familiarizados con las decepciones como para declarar que esta vez las cosas son diferentes. Sin embargo, tal vez verdaderamente lo sea. Macri es el primer presidente electo en 100 años que no proviene ni del peronismo ni del radicalismo, los dos partidos cuya alternancia histórica ha impedido que la Argentina creciera hasta convertirse en una economía desarrollada sustentable.
El país, que en los últimos años ha quedado relegado y colocado en la categoría de mayor riesgo junto con otros como Marruecos, Kenya y Rumania, tiene el potencial de pegar el salto y superar a sus pares de ese grupo. Muchas de sus empresas ya son competitivas a nivel mundial y lo serán aún más en la medida en que el Gobierno abandone un estatismo de larga data.
Bajo la lupa: la Argentina vista desde el exterior, de Matt Winkler.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario