"La idea de que la industria es el motor del desarrollo nacional y la principal proveedora de puestos de trabajo forma ya parte del sentido común argento a pesar de que la realidad la desmiente cada día.El esquema de sustitución de importaciones y el consecuente modelo proteccionista, mercado-internista y mano-de-obra intensivo que lo ha encarnado van, además, a contramano de un mundo que avanza velozmente hacia la globalización, y es exactamente opuesto a las experiencias exitosas de desarrollo industrial del último medio siglo (Alemania y Corea, digamos), que se basan exactamente en lo contrario: integración regional e internacional de las cadenas productivas, producción para el mercado global, mercado común con los países vecinos y creación de valor cerebro-intensiva, no basada en el trabajo físico repetitivo sino en la incorporación de conocimiento, información, diversidad, comunicación, diversidad y subjetividad a la producción."
Contra la patria industrial, artículo de Fernando Iglesias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario