sábado, septiembre 22, 2012

Redistribuyendo pobreza

Los que hablan con soltura acerca de la redistribución a menudo actúan como si las personas fueran objetos inertes que se pueden colocar aquí y allá, como piezas en un tablero de ajedrez, para llevar a cabo algún gran proyecto. Pero si los seres humanos tienen sus propias respuestas a las políticas del gobierno, entonces no se puede asumir alegremente que las políticas gubernamentales tendrán el efecto deseado.

La historia del siglo 20 está llena de ejemplos de países que se propusieron redistribuir riqueza y terminaron redistribuyendo pobreza. Los países comunistas fueron un ejemplo clásico, pero de ninguna manera fueron el único ejemplo. En teoría, la confiscación de la riqueza de las personas más exitosas debería hacer al resto de la sociedad más próspera.

Pero cuando la Unión Soviética confiscó la riqueza de los agricultores exitosos, la comida comenzó a escasear. Tantas personas murieron de hambre bajo Stalin en la década de 1930 como las que murieron en el Holocausto de Hitler en la década de 1940.

¿Cómo puede ser eso? No es complicado. Sólo se puede confiscar la riqueza que existe en un momento dado. Usted no puede confiscar la riqueza futura - y esa riqueza futura es menos probable que se produzca cuando la gente ve que se la van a confiscar.
The Fallacy of Redistribution de Thomas Sowell.

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